Creo que puedo generalizar cuando digo que alguna vez todos hemos "pecado" haciendo uso de la comida rápida, pues ¿quién puede resistirse a los tentadores menús?. Apetitoso, barato y rápido, así nos presenta su gama de productos la cadena de comida rápida McDonald's, la más grande en el mundo, y uno de los restaurantes con más presencia llegando a ser un símbolo en EEUU: comida rápida, capitalismo y globalización.
Cualquier excusa es buena para caer en la tentación, ya sean las prisas o el bajo presupuesto, pero debemos pensárnoslo dos veces antes de abusar de los McMenús, pues la comida rápida ha creado numerosos problemas de salud debido a su alto contenido en grasas, por no nombrar que los nutrientes que aporta a nuestro organismo son escasos, de ahí que sea denominada también comida chatarra o basura . Prueba de ello es la película-documental "Super Size Me" ,en la que su protagonista decide alimentarse únicamente de comida de los restaurantes McDonald's durante un mes, abriendo la controversia sobre la calidad nutritiva de la comida rápida en general y de McDonald's en particular.
Pero estas son todas las cosas que ellos no quieren que sepamos. Y no solo esto, hay mucho más que efectos perjudiciales para la salud de sus consumidores tras el I'm lovin' it™ que usan como lema.
En el año 1990 los activistas de un pequeño grupo conocido como London Greenpeace distribuyeron panfletos titulados "What's wrong with McDonald's?" (¿Que tiene de malo McDonald's?) , criticando las consecuencias en medio ambiente, salud y trabajo de esta empresa. Las principales alegaciones de este grupo fueron que la empresa es cómplice del hambre en el tercer mundo, que destruye bosques tropicales, que venden comida basura no solo insalubre sino que también adictiva y alterada con productos químicos, que explotan a niños en su publicidad, que envenenan a los clientes con carne envenenada, y que explotan a los trabajadores y prohíben sus sindicatos.
Con toda esta información queremos concienciaros desde aquí de que no todo lo que ocurre es lo que nos muestran, ni mucho menos. Es habitual que haya un lado oscuro tras toda esa buena publicidad , y que por supuesto nos lo tratan de ocultar.
Debemos abrir los ojos y recapacitar antes de volver a consumir este tipo de productos, pues no solo estarás cuidando tu salud, sino que también estarás favoreciendo al medio ambiente y a todo lo que este tipo de empresas perjudican.
Esto no quiere decir que tengamos que abstenernos completamente de la comida rápida, ya que siempre hay una ocasión para darnos el capricho, pero debemos ser responsables en el consumo de esta. ¡Piénsatelo!
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